Entradas

¿Más surrealista que Breton? ¡Vamos!

La pregunta es válida, porque ¿podía existir alguien que fuera, en las primeras décadas del Siglo XX, tanto o más surrealista que los mismos surrealistas o, aún más, que los propios popes del surrealismo? La respuesta es que sí:  en el caso de Andre Breton ese ser anónimo existió –aunque seguramente sin saber nada acerca de su propio e intrínseco surrealismo.  La historia fue así: ya escrito el "Manifiesto surrealista", ya expuesto crudamente su autoritarismo al expulsar del movimiento a Artaud o a Desnos, Breton viaja a México.   Y es allí, en México, donde durante su tiempo de residencia necesita un escritorio para trabajar y decide encargar su confección, como es de esperarse, a un carpintero.  Convocado éste, Breton le dibuja el modelo de escritorio que quiere. Y se lo dibuja, obviamente, en perspectiva –supongo que habrá dibujado un paralelogramo o un trapecio.  Y el carpintero, surrealista inconsciente, por supuesto que dibujó lo que vio: un escritorio, pero en perspect
Imagen
"...cuando el niño era niño no tenía opiniones sobre nada, no tenia costumbres, se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas, echaba a correr..."  

JOHN LENONN Y YOKO ONO

Imagen
  Muchos años después de la muerte de John Lennon, Yoko Ono le escribió esta sensible carta. "Te extraño, John. 27 años han pasado y todavía deseo poder regresar el tiempo hasta aquel verano de 1980. Recuerdo todo, compartiendo nuestro café matutino, caminando juntos en el parque en un hermoso día y ver tu mano tomando la mía que me aseguraba que no debía preocuparme de nada porque nuestra vida era buena. No tenía idea de que la vida estaba a punto de enseñarme la lección más dura de todas. Aprendí el intenso dolor de perder a un ser amado de repente, sin previo aviso, y sin tener el tiempo para un último abrazo y la oportunidad de decir "Te Amo" por última vez. El dolor y la conmoción de perderte tan de repente está conmigo cada momento de cada día. Cuando toqué el lado de John en nuestra cama la noche del 8 de diciembre de 1980, me di cuenta que seguía tibio. Ese momento ha quedado conmigo en los últimos 27 años y seguirá conmigo por siempre".

Día no tan Primaveral

Imagen
  De tanto en tanto, es divertido cerrar los ojos y, en esa oscuridad, decirnos: "Yo soy hechicero, y cuando abra los ojos veré un mundo que he creado yo, y por el cual solo yo soy completamente responsable". Lentamente, y luego, los párpados se levantan como telones, descubriendo el centro del escenario. Y allí, claro está, aparece nuestro mundo, tal como lo construimos. Esta pequeña ceremonia es un modo de recordarnos quien es el que dirige el espectáculo . Richard Bach

Le colgó la galleta

  La imagen es inequívoca: si a alguien le han colgado la galleta significa que le dijeron que no, que lo han rechazado --generalmente en cuestiones de amor--. Esa acepción no admite dudas. La única duda sería si esa galleta es literal o metafórica, o ambas a la vez.   Hay una galleta que nos llega directamente desde Francia y que designa al escudo de la gorra de los marinos. Siguiendo con ese rumbo, para los franceses colgar la galleta significaría –al igual que el “colgar los guantes”-- pedir el retiro de la Marina. Sin embargo, en este caso se trata de una acción ejercida por el propio sujeto, no algo que le hacen a él. Existe otra versión que asegura que la frase proviene de nuestro campo argentino. Allí, cuando el mocito se le declaraba a su prienda, era uso y costumbre que ésta no le diera su respuesta en el momento. No: la tradición indicaba que había que hacerlo esperar. Entonces, la muchacha le replicaba como al desgaire, por ejemplo, un pase mañana, a las cinco, por el

Tomate

Imagen
    Su nombre proviene del náhuatl, o azteca, tomatl, y está formado por tomal=gorda y atl=agua. Lo más interesante del tomate no se halla tanto en la palabra en sí misma sino en la etapa europea de su historia. Así como la banana es considerada una flor, el tomate se encuentra clasificado dentro de las frutas –supongo que su sabor dulce lo afirma--; y es en calidad de tal como arriba a Europa, allá por el Siglo XVI. No sólo como fruta, sino además como fruta muy cara por su escasez y, por ende, por su rareza. Es así como lo encontramos en Italia, donde por su condición frutal y por su forma se lo asocia a la manzana y se lo nombra pomodoro, o manzana dorada. Y también en Francia, donde cualquier enamorado aspiraba a regalar a la dama de sus desvelos un pomme d’amour, o sea una manzana de amor. Juan Manuel, de curioso nomás...